martes, 21 de junio de 2011

Las fábulas

El cerdo y los carneros

Esta fábula enseña a los niños que hay diferencia entre perder lo que se puede reponer y perder lo que no se puede reparar

Se metió un cerdo dentro de un rebaño de carneros, y pastaba con ellos. Pero un día lo capturó el pastor y el cerdo se puso a gruñir y forcejar. Los carneros lo regañaban por gritón, diciéndole:
- A nosotros también nos echa mano constantemente y nunca nos quejamos.
- ¿Ah si?- replicó el cerdo - ¡pero no es con el mismo fin! A ustedes les echan mano por la lana, pero a mí es por mi carne.

La cigarra y la hormiga

Esta fábula enseña el valor del trabajo. El que trabaja y ahorra tendrá para los momentos de escasez.

Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.

Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.
- Te pagaré la deuda con sus intereses - le dijo - antes de la cosecha, te doy mi palabra.

Pero la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:
- ¿Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello?
- Cantaba noche y día libremente - respondió la despreocupada cigarra.
- ¿Con qué cantabas? ¡Me gusta tu frescura! Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía.

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